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domingo, 5 de diciembre de 2010

Alivio para la soledad


Cuando te parezca que nadie se preocupa por ti y que no puedes encontrar amor, es el momento de echarte en Mis brazos y encontrar paz. Cuando te desalientes y consideres que eres una calamidad, pon los ojos en Mi espléndida faz y contempla Mi sonrisa. Recuerda que te amo tal cual eres.
Cuando te desasosiegues o te contraríes, acude a Mí. Seré tu compañero ideal. No creas que nadie entiende las dificultades que atraviesas. No es cierto; Yo siempre te comprendo. Tengo gran interés por saber de ellas. Anhelo remediarlas. Es entonces cuando debes acudir a Mí y desahogarme tus conflictos, tus inquietudes, pesares y desazones. Te daré soluciones que disiparán toda esa ansiedad.

Tenías una persona a tu lado y ya no la tienes. Permití esa relación amorosa para que comprendieras mejor el amor que siento por ti. Quiero que entre tú y Yo exista una relación íntima. La experiencia te dejó enseñanzas. Fue una oportunidad de probar y comprender lo que es el amor romántico, los anhelos del corazón, el ansia de amor. Con ello aprendiste a entregar amor, y ahora puedes aprovechar esa enseñanza.
Aprovecha el amor que he puesto en tu corazón. Aprovecha que tienes el corazón partido y vierte Mi amor sobre los demás. Aprovecha tus manos para hacerles sentir Mi amor, tus lágrimas para comprender las lágrimas que vierten ellos. Aprovecha ese anhelo de amor que llevas tú para satisfacer la necesidad de un ser solitario. Aprovecha el don de amor que te he concedido. No lo veas como una carga, una pesadez, un lastre; quiero que sea una bendición para quienes te rodean. Esa calidez que comuniques a los demás te gratificará a ti también.

Cuando te aflija la soledad, clama a Mí. Aunque no me puedas ver ni palpar, estarás más cerca de Mí. Gozaremos de una unión más íntima que la que tienes con tu mejor amigo. En esos momentos nuestro amor se fortalecerá y nuestra relación se profundizará hasta tal punto que ningún amor terrenal podrá jamás compararse a esa experiencia.
En esa unión conmigo se gestará tu mayor y más duradera felicidad. Dará origen a tu mayor satisfacción y sentimiento de realización. Yo me valgo del dolor que llevas dentro para que inicies esta relación más íntima conmigo, la cual derivará en un amor más profundo que poco a poco iremos adquiriendo y que continuará cuando llegues aquí al Cielo. Ese anhelo de conversar, de establecer amistad, de estar siempre el uno en compañía del otro, de amar y sentir amor, quedará totalmente satisfecho cuando Yo vuelva a buscarte. Mas por ahora podemos estar cerca en espíritu.

Me enorgullezco de ti por el buen ánimo con que crees en Mis promesas a pesar de las profundas heridas, quebrantos y decepciones que has sufrido. Recuerda, sin embargo, que Yo no decepciono: soy el Señor tu Dios. Velo por ti. Reposa en Mí, confía en Mí y derramaré sobre ti bendiciones, lluvias de bendición. Te lloverá el amor.
Pero debes poner de tu parte, aferrarte a Mí y a Mis promesas. Debes confiar en Mí, creer en Mi Palabra y no dudar. A su debido tiempo recibirás todo lo que anhela tu corazón y todo cuanto necesitas.
Ten la certeza de que siempre estaré contigo. Permaneceré continuamente a tu lado. Ven a Mí, tu que has trabajado y sientes el peso de la labor; Yo te haré descansar. Ven a Mí, tu que sufres de soledad y padeces dolor; te daré amor. Ven a Mí, tu que has tenido decepciones y sufres; te traeré alivio.
Ven a Mis brazos para que te estreche contra Mi seno y te susurre al oído: «Tú eres Mi amor, tú eres Mi amor, tú eres Mi amor».

Criatura Mía, conozco tu soledad y esa sensación que tienes de que no te aman. Te aseguro que Yo te quiero mucho y estoy a tu disposición en todo momento, a cualquier hora. Sé que las noches son duras para ti. Es duro cuando buscas compañía y no la encuentras. Pero, criatura Mía, Yo soy tu constante Compañero, tu mejor Amigo; y tú, Mi Esposa: la Esposa de Cristo.
Vuélvete a Mí en tu soledad. Pon tu devoción en Mí, y satisfaré cada una de tus necesidades, pues Yo lo colmo todo. Llegará el día en que ya no te afligirá la soledad. Estarás conmigo para siempre. Entonces esta época no tendrá ya ninguna relevancia. No tendrás memoria de ella por la extraordinaria alegría, amor y compañía de que disfrutarás conmigo. Se cumplirán los deseos de tu corazón, y recibirás más, muchísimo más de lo que alcanzan a concebir tu entendimiento o tu corazón.

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